Quitarse un tatuaje ahora es posible, sin embargo, debes de conocer qué se requiere, cómo se hace y las diversas variables dentro del tratamiento. A continuación, te decimos qué se toma en cuenta.

 

En primer lugar, se encuentra el color del tatuaje. Por ejemplo, los de color negro u azul obscuro (e incluso los rojos) son más fáciles de quitar y requieren menos sesiones, mientras que los de colores dependen de su absorción y composición.

 

En segundo lugar, se encuentra el tipo de tatuaje. El profesional requiere un mayor número de sesiones, de 8 a 15, mientras que el “aficionado”, realizado con tintas más inestables es más superficial, sin embargo, el número de sesiones es de aproximadamente ocho.

 

En cuarto lugar, se encuentra la localización corporal. En las zonas con piel más fina como la cabeza, muñeca, cuello o escote de mujer es más fácil, sin embargo, en las piernas, brazos y espalda es más complicado pues la tinta se encuentra en un nivel más profundo.

 

Finalmente, se encuentra el color de la piel, en las claras el láser es más favorable y en menos sesiones podremos ver mejores resultados.

 

Para conocer y solicitar un diagnóstico, así como para eliminar tu tatuaje, en Mimarte Spa te invitamos a contactarnos. 


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